Los beneficios de compostar son muchos y variados.

En primer lugar, se reducen considerablemente la cantidad de residuos que se depositan en los contenedores y vertederos y, por tanto, se reducen los costes de transporte, con los consiguientes beneficios para la gente y el medio ambiente. Compostando, se evita desperdiciar ese recurso tan valioso que es la materia orgánica y se cierra el ciclo de la materia al devolver los nutrientes al suelo de donde provienen. El compostaje doméstico, también, genera cinco veces menos gases efecto invernadero respecto al compostaje industrial de la misma cantidad de materia orgánica.

Huerta Por otro lado, el compost es un abono excelente, totalmente natural y orgánico que permite retener en la tierra más agua, nutrientes y elementos fertilizantes para la vegetación. Con el compost, se regula el pH y reduce su erosión y con su aplicación se evita la aplicación de otros tipos de abonos menos sostenibles: los abonos minerales, que no son renovables; o los abonos químicos, que no son naturales y que, aunque tengan buen rendimiento a corto plazo, a la larga agotan el suelo y crean dependencia.